lunes, 23 de febrero de 2009

Lo del camarada es muy corto...

Tras unas vacaciones de casi tres meses, el poeta maldito de Neuquén, Héctor Kalamikoy regresa a Eurisko. Esta vez con dos relatos breves escritos en exclusiva para este blog. Los dejo con ellos y no se olviden de comentar. Hay que alimentar el ego también, che...

Lázaro


Al tercer día volvió a la vida. Bueno, ahí estaban las cámaras de los periodistas. No era el primero, pero ¿quién?
“Del otro lado ya tenía trabajo. Con las dos monedas comí tres días. Nadie te pide los documentos ni te para en la calle. Cuando desperté acá, bueno, me quería morir”.

Censura

Alberto Gonzáles llega muy contento a procedente de Sudamérica, pero pronto se da cuenta de que no es tan bienvenido en. La y los son realmente jodidos con los extranjeros. “Sudaca, vuelve a tu país. No tenemos ni lugar ni trabajo para ti”.
Gonzáles no hace caso de lo que le dicen, pero los insisten en su actitud y día a día ponen trabas a la vida de Alberto; aunque trabaja duro, siempre lo hostigan. Alberto Gonzáles piensa que ni siquiera los aborígenes en América fueron tan persistentes en su actitud hostil hacia los primeros inmigrantes de origen.
“No es justo, piensa Alberto, mi abuela es y mi abuelo también”.
Al final el asunto se resuelve rápidamente cuando la atrapa a Alberto Gonzáles y lo expulsa de. “No tiene la visa en orden” “Pero, sí, yo, la embajada, me dijo que” Alberto vuelve a Sudamérica, y cuando incidentalmente rememora su estadía en, critica duramente a esos ciudadanos y a ese país que no merecen nombrarse.

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