Hace 12 años, cuando el intendente
Horacio Quiroga asumía su primera gestión, dos de sus primeras
medidas referidas a la política cultural fueron reforzar el “Neuquén
cultural” (que casualmente se fue abandonando con el tiempo) y
sacar del Anfiteatro del Parque Central, al grupo de artistas que
gestionaban y organizaban actividades en ese lugar.
¿Qué ocurrió desde entonces?.
Mientras se cajoneaban los 20 proyectos presentados por artistas para
impulsar el anfiteatro, desde la Municipalidad comenzó a abandonarse
sistemáticamente el lugar. Se lo dejo de iluminar y sí se lo hizo
se lo iluminaba poco. No se lo limpió con la frecuencia que debería
hacerse en los espacios públicos. Nunca se puso siquiera un baño
químico. Los accesos y veredas, rotos, nunca fueron arreglados. No
se le brindó seguridad, entendiendo la seguridad los puntos
anteriores y no sólo la presencia policial. Y si uno tenía el
atrevimiento de pedirlo para un evento la respuesta era positiva
siempre y cuando uno lo limpiara. Cosa que le correspondió siempre a
la Municipalidad. Eso sí, cuando el propio Ejecutivo hacía algo
ahí, que lindo que se ponía.